Torra engrasa su aparato exterior ante el próximo pulso al Estado

En su discurso de investidura (12 de mayo de 2018), el presidente Quim Torra anunció que la prioridad de su gobierno, aparte de lograr el regreso de Carles Puigdemont, era revertir los efectos de la aplicación del artículo 155, una de cuyas medidas más inmediatas, anunciada por el propio presidente Mariano Rajoy aquel fatídico 27 de septiembre de 2017, fue el cierre de la red de «embajadas» catalanas, oficialmente delegaciones del gobierno de la Generalitat en el extranjero. El propósito del Gobierno era apagar el altavoz del secesionismo en el que se habían convertido las delegaciones; la respuesta de la Generalitat, como el propio Torra explicó, continuar con una «política exterior activa que dé voz propia a Cataluña» con objeto de proseguir con la «internacionalización del caso catalán». Poco más de un año después de la investidura, los planes de la Generalitat siguen adelante, y la red de «embajadas» sigue creciendo, armándose una suerte de «foreign affairs» a la catalana, listos para dar cobertura externa a lo que el secesionismo ya anuncia con un «lo volveremos a hacer». Trece embajadores Así, reabriendo las delegaciones cerradas, con los nombramientos más recientes, la «diplomacia catalana» tiene hasta 13 «antenas»: Washington, París, Bruselas (UE), Roma, Londres, Zagreb (Balcanes), Berlín y Ginebra, todas ellas con delegado o «embajador» y sede física. Más otros cinco delegados ya nombrados, aunque aún sin delegación: Lisboa, Riga (países bálticos), Estocolmo (países nórdicos), Viena (Europa central) y Beirut. Finalmente, la pasada semana, la Generalitat anunció la próxima apertura de tres nuevas delegaciones: Túnez, Buenos Aires y México. El gobierno catalán, en su anteproyecto de cuentas para 2019, estima un gasto para Acción Exterior de 44 millones de euros. Junto a las embajadas, la Generalitat cuenta con una tupida red de oficinas comerciales, unas 40, repartidas por todo el mundo. Ante el anuncio de nuevas delegaciones, que como las anteriores se hicieron sin el preceptivo, aunque no vinculante, informe de Exteriores, el Ministerio ha presentado nuevos recursos, y se trabaja para preparar uno más amplio que además de cuestionar el procedimiento estudie también si se respeta al marco competencial y la Constitución.
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