A 30 metros bajo tierra, unas pequeñas líneas dibujadas con óxido ferroso han cambiado la historia del arte. Representan la crin de un caballo y fueron realizadas hace 65.000 años por un neandertal. Es una de las tres muestras de arte rupestre más antiguas del mundo. A su alrededor hay 253 paneles con 1.010 motivos prehistóricos que solo ven 15 personas al día. “Aquí siempre ha primado la investigación sobre el turismo”, cuenta Pedro Cantalejo, conservador de la cueva de Ardales, en Málaga, donde se oculta la singular colección artística. La cavidad fue descubierta tras el terremoto de 1821. Y aunque fue explotada a mediados del siglo XIX por Trinidad Grund —llegó a celebrar en su interior cotillones de Nochevieja para la alta burguesía, que pagaba dos reales de plata para asistir—, hoy pasa prácticamente inadvertida entre caminos de tierra.Seguir leyendo.
Via: Más allá del Caminito del Rey
Categories: Spanish News