Presentarse ante un grupo de adolescentes el primer día de clase, corregir una pila de exámenes, reunirse con padres y madres, lidiar con excusas por no haber terminado un trabajo o soportar las guardias en el patio. Todas esas actividades rutinarias de un profesor tienen un objetivo crucial (el de la educación de las nuevas generaciones, ni más ni menos), pero también un gran potencial cómico.Seguir leyendo.
Via: "Dilo en voz alta": historias de maestros para que nos riamos todos
Categories: Spanish News