El Gobierno anima a la UE a responder a la guerra de aranceles de EE.UU.

La posibilidad de que EE.UU. imponga aranceles comerciales a diversos productos españoles, especialmente del sector agroalimentario, se convierte en un nuevo factor de preocupación sobre la evolución económica. El Ejecutivo anima a la UE a responder pero por ahora no termina de apostar por rebajar las previsiones de crecimiento. Según el ministro de Agricultura en funciones, Luis Planas, ha cifrado en 1.000 millones de euros para España y su sector agroalimentario. El total de estos aranceles a otros socios europeos asciende a 6.830 millones de euros. Planas ha defendido que «todavía hay tiempo» antes de que esos aranceles de un listado provisional puedan llegar a efecto. El ministro Planas ha instado a la Comisión Europea «para que no llegue a entrar en vigor», pero anticipando que si no hay acuerdo y Estados Unidos sigue adelante se estudie la «posibilidad de represalias comerciales». Este factor se une al enfriamiento de la economía europea, las tensiones comerciales entre China y EE.UU o las tensiones derivadas del Brexit. Todo apunta a que el Gobierno podría rebajar sus previsiones de crecimiento para 2019 y 2020. La ministra de Economía, Nadia Calviño, ha asegurado que «si hay que revisar (las previsiones de crecimiento) se hará». Calviño ha admitido que los indicadores son mixtos, algunos positivos y otros negativos, respecto a la idoneidad de revisar a la baja las previsiones que se deben enviar a Bruselas antes del 15 de octubre. Calviño reconoce que se entra en una fase de moderación, pero dentro todavía de un «ciclo expansivo» y defiende que actualmente la economía española tiene fundamentos más sólidos que cuando tuvo que afrontar la recesión de 2008: «No corresponde caer en la complacencia pero tampoco en alarmismo», ha dicho.
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