Pedro Sánchez se centra en combatir a PP y Cs en sus puntos fuertes: Cataluña y economía

Pedro Sánchez intenta aprovechar la posición institucional que le confiere la presidencia del Gobierno para convertir la cita electoral del 10-N en un plebiscito sobre la estabilidad. El líder socialista ha presentado este lunes un avance de su programa electoral. Sin apenas novedades respecto a abril y con marcado acento social, lo más relevante del acto de hoy era restar el ánimo en las filas socialistas en un momento en el que las encuestas apuntan al estancamiento de los socialistas. En la cúpula dicen no preocupar esos sondeos en tanto que ningún sondeo refleja que la derecha pueda sumar. «Queda mucho» es la frase más repetida entre los cuadros socialistas. La sensación es que todo cambiará en esta campaña próximamente, y que los sucesos en torno al Brexit y la sentencia del juicio al 1-O marcarán el camino al 10-N. La estrategia de Moncloa es vender institucionalidad ante un panorama incierto. Sánchez se ha presentado hoy como solución a «tres amenazas». Ha citado la primera la gestión que tendrá que hacer a «la respuesta independentista a la sentencia del proceso». El presidente en funciones sigue el eje de endurecimiento que ha marcado esta campaña: «Primero ley y luego diálogo». La segunda amenaza ha sido la respuesta al «Brexit duro». Aquí ha aprovechado para cargar contra el PP por haber votado en contra del plan de contingencia para esta cuestión. La tercera amenaza es el «enfriamiento de la economía internacional» por «decisiones políticas que se toman fuera», ha dicho para tratar de eludir cualquier coste político derivado del empeoramiento económico. En este punto, ha cargado contra los «recortes» a lo que se vio obligado el Gobierno de Mariano Rajoy nada más llegar al poder y prometió una «respuesta solidaria para no dejar a nadie atrás». Aprovechó aquí las circunstancias de PP y Cs para criticar que «no tienen ni equipo económico», mientras ha destacado a tres de sus ministras: María Jesús Monterro, Nadia Calviño y Magdalena Valerio.
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