El asalto al centro de menas se hizo al grito de guerra de los Trinitarios: «¡Patria!»

El intento de asalto al Centro de Primera de Acogida de Hortaleza pudo ser cometido por una treintena de dominicanos afines a los Trinitarios. En varios de los vídeos grabados por vecinos, a los que ha tenido acceso ABC, se observa cómo los atacantes gritan «Patria», la consigna de guerra de la banda latina con mayor número de miembros en la capital. Pese a que algunas informaciones apuntaban el martes a que la embestida llevaría la firma de los Dominican Don’t Play, lo cierto es que el lema coreado no se corresponde con la forma de actuación de esta pandilla. El único detenido, de 25 años y con antecedentes policiales, no está filiado como integrante de alguno de estos grupos. Fuentes de la Jefatura Superior de Policía de Madrid señalaron que el asalto no estaría relacionado con los enfrentamientos habituales entre bandas latinas; respondería así a un ajuste de cuentas entre una cuadrilla de dominicanos y otra de magrebíes, algunos de ellos residentes del centro. Durante dos noches seguidas, los primeros asediaron la residencia con palos y piedras, ávidos de venganza tras un supuesto atraco con violencia cometido contra uno de los suyos. «Estamos acostumbrados a que haya problemas, pero nunca habíamos visto algo así», señalan los residentes, conscientes del polvorín en que se ha convertido el entorno del centro de Hortaleza, ubicado en el número 1 de la calle de Valdetorres del Jarama. Aunque los investigadores descartan en un principio que los ataques respondan a motivaciones racistas, la Red Española de Inmigración y Ayuda al Refugiado ha denunciado ante la Fiscalía especial de delitos de odio de la Comunidad de Madrid lo sucedido. En el escrito remitido, la organización manifiesta su voluntad de personarse como acusación al considerar que hubo un delito «motivado en el odio hacia un grupo poblacional de personas marroquíes menores tutelados». Por ello, solicita el Ministerio Público que identifique a los individuos que participaron en los hechos, además de tomar declaración a los trabajadores del centro que vivieron «in situ» lo ocurrido. El Gobierno regional, por su parte, ha incrementado la seguridad en la residencia al incorporar un vigilante más al turno de noche. De esta forma, el número de efectivos se amplía a cuatro en esta franja, por los tres actuales que se mantienen durante el día. Se estudia, además, reforzar la presencia de la Policía Municipal en la zona. Aunque desde la consejería de Políticas Sociales insistieron ayer en que este estallido de violencia fue un «suceso puntual», la prioridad es «evitar que esto se convierta en un conflicto». El vecindario más próximo lleva años reclamando medidas que pongan fin a una situación marcada por los robos, agresiones y otros incidentes que los afectados relacionan con la llegada masiva de menas al enclave. Señalan a grupos conflictivos, que inhalan disolvente y se dedican a cometer todo tipo de tropelías por los alrededores del centro. La estación de Metro de Pinar del Rey, a 10 minutos a pie, es otro de los puntos más conflictivos: «Esperan a que salgan los viajeros de noche para seguirlos y poder robarles».
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