El Gobierno de Mariano Rajoy dio ayer el paso esperado ante la rebelión catalana, dando una muestra clara de que el Estado tiene una capacidad coercitiva fortísima para restaurar el orden constitucional roto por el Govern y el Parlament catalanes. Esa fuerza no es solo judicial, sino sobre todo, política. Los españoles hemos vuelto a comprobar la capacidad motora de un acuerdo PP-PSOE (apoyado esta vez por Ciudadanos). Entre los tres grupos políticos representan una mayoría de 252 diputados en el Congreso de los Diputados.Seguir leyendo.
Via: Intervenida, no suspendida, la autonomía
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