Tras la fuga de madrileños a las playas poco antes de declararse la cuarentena, parece que las “segundas residencias” se han convertido en sinónimo de ciudadano rico que tiene un chalet descomunal con piscina y que está deseando ir allí para organizar barbacoas con los vecinos y contagiar a todos en una tarde. Mi familia y yo llevamos siete semanas encerrados en nuestra casa (como todos) cumpliendo fielmente las instrucciones del Gobierno. Sin poder tomar el aire más que las contadas ocasiones de ir al “super” con mascarilla y guantes pero…¡tenemos una casita con jardín! Está en la misma provincia, a media hora en coche de casa. Es pequeña y modesta, y no vemos el día de volver. No a organizar ninguna fiesta, sino a ver si funciona el riego y si no se han secado las plantas, si los rosales han florecido y si no ha entrado nadie, y también a tomar un poco el sol (y posiblemente una cerveza) sentados en nuestro banco favorito. No saben los señores del Gobierno la ilusión que hace a muchas personas poder visitar sus casitas (pobres o ricas), plantar unos tomates para que en verano podamos presumir de que son los más sabrosos y disfrutar de una posesión adquirida con toda la ilusión o, como en mi caso, heredada de mis padres y abuelos. El riesgo de contagio consistiría en coger el coche, salir de mi garaje, circular yo solo, pararme en la puerta de mi jardín y entrar en mi casa en donde (así lo espero) estaré únicamente yo. Allí podría cortar la hierba y revisar que todo está bien, plantar mis tomates y otras sencillas distracciones para el espíritu que no hacen mal a nadie y sirven para liberar la tensión del encierro. Si encima puedo ir con mi familia, ya sería el paraíso (hay que tener en cuenta que convivimos en nuestro piso todos los días). Soy consciente de que es mucho más importante proteger vidas y levantar la economía, pero, ¡por favor,! los adultos también queremos y necesitamos alguna distracción siempre que sea para realizar actividades sin riesgo. La vida se ve mejor cuando uno tiene el cuerpo cansado y la cabeza limpia. * Alfonso Tajuelo Martín vive en Madrid. Si tú también quieres compartir tu testimonio sobre cómo estás viviendo la situación provocada por el coronavirus puedes hacerlo escribiendo a testimonioscoronavirus@abc.es Debes indicarnos tu nombre completo, DNI y lugar de residencia. Seleccionaremos las historias más representativas para publicarlas en ABC.es
Via: Carta de un ciudadano: «Los adultos también necesitamos alguna distracción siempre que sea para realizar actividades sin riesgo»
Spanish News
Pedro Sánchez corrige: pedirá 140.000 millones a la UE y no sólo los 70.000 de inversiones
El Gobierno había apuntado que los otros 70.000 millones en préstamos tal vez no se pedían y se servían sólo de las ayudas directas Leer Via: Pedro Sánchez corrige: pedirá 140.000 millones a la UE y Read more…