Palmas, flamenquito y el órgano de la «discordia»: así fue la pedida de boda mortal en El Álamo

Palmas, bailes, flamenquito… La pedida de mano que tornó en reyerta y se cobró la vida de dos personas transcurrió de manera festiva hasta bien entrada la noche. Entre las 19.30 y las 23.30 horas del domingo pasado el ambiente en el bar Layso fue de jolgorio, amenizado por la música de un órgano y los altavoces colocados para que cualquiera de los asistentes se animase a cantar. En un vídeo, al que ha tenido acceso ABC, se observa a la muchedumbre pasarlo en grande, con los niños correteando por el local, sin imaginar entonces que la apacible jornada terminaría teñida de sangre. Iniciada la discusión, el patriarca del clan alameño advirtió al gentío que dentro del local no habría ningún tipo de disputa, por lo que los implicados decidieron salir fuera para arreglar a golpes sus diferencias. Fue entonces cuando la situación se descontroló hasta el punto de sucederse el lanzamiento de vallas de obra y ladrillos, así como un atropello masivo en pleno intento de huida por parte de algunos miembros de la familia capitalina. Al menos tres personas, entre ellas un niño de 10 años, fueron trasladados por sus familiares al Hospital Rey Juan Carlos de Móstoles. Esta embestida desató la venganza, a la postre mortal, contra Peque y Jessy, una pareja de 28 y 27 años, respectivamente; y Lucía –la novia del hermano del joven fallecid0–, herida grave con fracturas en ambas piernas y un traumatismo craneoencefálico. Las dos mujeres fueron encontradas en una cuneta a primera hora de la mañana del día siguiente, mientras que el cuerpo del hombre apareció horas después a poca distancia del lugar.
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