El Gobierno cede ante los separatistas y excluye al Rey de la entrega de despachos a los jueces

El Gobierno ha cedido, una vez más, ante las exigencias de los separatistas catalanes, y ha excluido al Rey, por primera vez, del acto de entrega de los despachos a la nueva promoción de jueces. Según ha informado el Consejo General del Poder Judicial, este año será el presidente del Tribunal Supremo, Carlos Lesmes, quien presida esta ceremonia el próximo viernes en Barcelona. La exclusión del Rey se produce dentro del proceso de negociación que el Gobierno de Sanchez está teniendo con los separatistas catalanes para obtener su apoyo a los Presupuestos General del Estado. Esta cesión se suma a la anunciada reforma del delito de sedición, por la que las penas a las han sido condenados varios de los dirigentes separatistas pasarían de ocho a tres años. Esta reforma se va a hacer por el procedimiento de urgencia y sin discusión ni enmiendas en la Comisión de Justicia del Congreso de los Diputados. Los separatistas catalanes también exigen al Gobierno que reduzca la partida presupuestaria de la Casa del Rey, si quiere obtener su apoyo a los Presupuestos Generales del Estado. Así lo ha manifestado este martes en el Congreso la diputada de Izquierda Republicana de Cataluña Inés Granollers Cunillera: «Priorice el gasto social en los Presupuestos y eluda el gasto militar y el gasto monárquico, y va a ver como seguramente vamos a estar de acuerdo». A la entrega de los diplomas a los jueces del próximo viernes, que se celebrará por primera vez en la sede de la Escuela Judicial, está prevista la asistencia del presidente del Tribunal Constitucional, Juan José González Rivas; el ministro de Justicia, Juan Carlos Campo; y la fiscal general del Estado, Dolores Delgado; además de la de los vocales del CGPJ; el presidente del Tribunal Superior de Justícia de Catalunya, Jesús María Barrientos, y otras autoridades judiciales. El año pasado, el Gobierno de Sánchez trasladó a Madrid esta ceremonia, que desde hace veinte años se celebra en Barcelona, ya que la sede de la Escuela Judicial se encuentra en la capital catalana desde entonces. El Rey presidió la entrega, que se celebró en la Real Academia Española con el argumento de que coincidían dos aniversarios, los 40 años de la Constitución y los 25 de la ley que regula la formación de los jueces. El traslado de la ceremonia, de Barcelona a Madrid, se produjo pocas semanas antes de que empezara el juicio contra el «procés» y no sentó nada bien a los magistrados catalanes. De hecho, el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña hizo pública una nota en la que expresaba su «decepción»: «La sala de gobierno no puede hacer otra cosa que, en nombre de los jueces y magistrados que ejercemos en Cataluña, transmitir respetuosamente al Consejo nuestra profunda decepción por esa decisión», señalaba el comunicado. Los jueces esperaban que «sea una decisión transitoria y que en el futuro se den las condiciones para que el tradicional acto de entrega de despachos presidido por Su Majestad el Rey se pueda volver a celebrar» en Barcelona. Finalmente, el acto ha vuelto a Barcelona, pero sin el Rey.
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