El Club Natación se demolerá para acoger un nuevo centro deportivo

El empresario madrileño Víctor de Aldama, que compró en 2016 el Club Natación Sevilla por 1,6 millones de euros, comenzará a demoler en mayo ese edificio para levantar un nuevo centro deportivo en la calle Trastamara de Sevilla, entre el puente de Triana y el del Cristo de la Expiración. Urbanismo ya ha autorizado la licencia de obras del nuevo establecimiento, que tendrán que respetar la fachada del arquitecto Aníbal González y que será bautizado también con el nombre de Club Natación. El grupo Vivir, del que tiene el 50% Víctor Aldama y el otro 50% Cristóbal Corredera Espinosa de los Monteros, compró la parcela de mil metros cuadrados del Club Natación, así como su edificio y su marca nacional registrada. El Club Natación, que fue fundado en 1931, se trasladó en 1935 a esa parcela, cedida por el Ayuntamiento siempre que se dedique a actividades deportivas. Por tanto, ese suelo sólo tendrá uso deportivo, ya que de lo contrario revertirá al Ayuntamiento. Las obras de construcción del nuevo centro deportivo, que llevará el nombre de Club Natación, han sido adjudicadas por el grupo Vivir a la constructora Etosa, de origen murciano. Según ha declarado a ABC Víctor de Aldama, las obras tendrán una duración de 18 meses y, si todo transcurrido conforme a lo planeado, la inauguración del nuevo establecimiento deportivo podría tener lugar a finales de 2019. Galería de imágenes Vea la galería completa (7 imágenes) En total, el grupo Vivir invertirá 5,8 millones de euros en el proyecto, de los cuales 1,6 fueron destinados a comprar el suelo y 4,2 millones a las obras y puesta en marcha del proyecto deportivo. El proyecto arquitectónica ha sido diseñado por José Manuel Sánchez-Carrero, que contempla dos plantas sobre rasante más la azotea y una entreplanta técnica, además de dos plantas sótano con 30 plazas de aparcamiento cada una. La Comisión Provincial de Patrimonio, dependiente de la Junta, dio el visto bueno al proyecto del nuevo edificio, que tendrá 5.379 metros cuadrados frente a los 2.635 que tenía antes. Grupo Vivir podrá demoler todo pero tendrá que respetar la fachada del arquitecto Aníbal González, autor de la Plaza de España, entre otros edificios de Sevilla. La fachada seguirá teniendo tres entradas, una de ellas para el acceso rodado al garaje. Recreación virtual de una de las piscinas que se ubicarán en la azotea – ABC Proyecto arquitectónico En la planta baja estarán los accesos, un salón social, cafetería y un gimnasio multiusos y compartimentable (donde actualmente está el vaso de la piscina antigua). La primera planta tendrá mil metros cuadrados de salas deportivas. A continuación hay una entreplanta para la maquinaria de la piscina y los vestuarios. En la azotea el nuevo centro deportivo contará con vestuarios y dos piscinas, una de ellas de 25 metros de largo perpendicular a la calle Trastamara, con una cubierta acristalada. Grupo Vivir ya ha cerrado un acuerdo con una empresa de ámbito nacional, que opera 19 centros deportivos en España, para explotar el nuevo Club Natación. La empresa que regirá el centro deportivo prevé actividades especiales para grupos con discapacidad. Aldama anuncia además que el nuevo edificio hará un «guiño» al pasado glorioso del club, ya que mostrará en una vitrina con todos los trofeos del club, sobre todo de natación y halterofilia, aunque en sus instalaciones también se practicó el waterpolo, gimnasia, boxeo, baloncesto, piragua… Luis Esquivias, último presidente del club, entregará su acta f undacional para que se muestre también con los trofeos. El Club Natación cerró sus puertas en 2012 al desprenderse parte del techo de la piscina – JOSÉ GALIANA El Club Natación paga sus deudas con el dinero de la venta de sus instalaciones El Club Natación -que tiene en propiedad la Copa Stadium 1962, que distingue a la mejor entidad deportiva nacional- se vio abocado a pedir en 2013 el concurso de acreedores al no poder hacer frente a sus deudas generadas a raíz del cierre forzoso de sus instalaciones en 2012 por el derrumbe de parte del techo, que puso al descubierto el riesgo de desplome por daños graves en su estructura metálica. Lo que fue un cierre temporal se convirtió en un cierre definitivo, por lo que lleva sin abrir sus puertas más de cuatro años. Con el cierre se fueron dando de baja sus socios y el club se vio obligado a llevar a cabo un Expediente de Regulación de Empleo. Al no poder renegociar su deuda de más de 1,9 millones de euros ni poder sacar adelante el plan de viabilidad presentado por el equipo directivo, el Club Natación solicitó en 2016 su liquidación en el Juzgado Mercantil tras 85 años de vida. Con el dinero obtenido por la venta del edificio, el Club Natación ha pagado el 100% de los créditos con privilegio especial y contra la masa (deudas generadas a raíz de la declaración del concurso), así como el 21% de los créditos ordinarios.
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