No caminaba Sánchez por el hemiciclo, levitaba incorpóreo sobre la alfombra de los pasos perdidos como expresión de una proeza política y timonel del Estado plurinacional. Se le podrá objetar la irresponsabilidad de la operación desde la perspectiva del estadista, reprocharle la conversión a los Presupuestos de Rajoy, acatar el soborno del PNV, bailar la sardana de la mano de Rufián, pero no se le podrá discutir el mérito extraordinario que reviste acceder a la Moncloa después de haber sido y estado desahuciado, viajando con su Peugeot como un pastor mormón y esperando la coreografía astral que requería su resurrección, como si blandiera la espada de Parsifal: el acero que te hirió terminará sanándote.Seguir leyendo.
Via: El milagro del doctor Sánchez

Categories: Spanish News