El guardia civil de La Manada responsabiliza a la Policía

Antonio Manuel Guerrero, el guardia civil, miembro de «La Manada», tendrá que esperar varios días para saber si tiene que reingresar en la cárcel o continúa en libertad. «La decisión no va a salir ni mañana ni pasado», aseguró ayer el abogado de la joven madrileña, Miguel Ángel Morán. A la salida de la vistilla que se celebró en la Audiencia de Navarra otro abogado apuntaba a que no se sabría la decisión «como mínimo hasta mediados de la semana que viene». El guardia civil alegó que acudió el pasado día 25 a la oficina del pasaporte de Tablada (Sevilla) porque así se lo indicó la propia Policía en una llamada que hizo al 091 recién salido de prisión, según explicaron a ABC fuentes de las defensas. Nada más quedar en libertad, Guerrero asegura que telefoneó al 091 desde Alcalá de Henares para informarse sobre lo que debía hacer dado que no tenía pasaporte y debía entregarlo al juzgado. Según él, le indicaron que acudiera a una oficina de pasaportes para que se lo aclararan. La Audiencia de Navarra ofició a la Policía para comprobar si se había producido dicha llamada y verificar el contenido de la misma. Las gestiones con Alcalá de Henares fueron negativas, si bien los funcionarios indicaron que la llamada podría haber saltado en Toledo. Y así fue. Esa llamada, que quedó grabada, es una de las pruebas que tendrá que analizar el Tribunal. Igual que las imágenes grabadas en la oficina sevillana a la que acudió Guerrero. Las imágenes demuestran, según indicaron fuentes policiales, que el miembro de «La Manada» no exhibió en ningún momento el auto judicial en el que se le prohíbe abandonar España y se le obliga a entregar el pasaporte, entre otras medidas cautelares. Esa circunstancia consta en la minuta que elaboró la funcionaria que lo atendió el día 25 de junio, cuando este acudió a la oficina de DNI y pasaportes de Tablada. La funcionaria dejó constancia por escrito y lo envió a sus superiores ese mismo día de las circunstancias en las que se produjo la cita. Según fuentes policiales, ayer se ratificó en su declaración. Fuentes de la defensa, en cambio, aseguran que la funcionaria no se ajustó al contenido de la minuta e indicó que Guerrero no tenía interés en obtener el documento, sino en saber qué debía hacer puesto que tenía que entregarlo en los siguientes cuatro días y lo había perdido. Estas y otras contradicciones serán analizadas por la Sala. La vistilla de ayer tuvo tintes que no son habituales. Lo que no se suele alargar más de hora y media duró cuatro horas y media. Desde las dos de la tarde hasta pasadas las seis y media. «Prácticamente ha sido un juicio», se excusaba Morán. Porque en la vistilla, además de los abogados de las partes, las acusatorias y las defensas, intervinieron hasta diez testigos, el padre, la novia y una amiga de la novia del guardia civil, tres personas de la oficina de renovación del pasaporte y tres personas de la Jefatura Superior de Policía de Sevilla. Todos ellos intervinieron por videoconferencia desde la capital andaluza.
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