Se hacía llamar “El príncipe”, se consideraba un enviado de Dios y aseguraba que necesitaba mujeres para que cuidasen de él, a cambio les ofrecía retoques estéticos y sexo. El peruano Félix Steven Manrique Gómez, responsable de que la joven española Patricia Aguilar haya estado un año y medio desaparecida tras marcharse de su casa en Alicante, tiene la secundaria completa, formación de técnico electricista y 35 años, pero en Facebook y en YouTube usaba diferentes nombres y perfiles y se presentaba como un elegido, un salvador ante el inminente fin del mundo. Seguir leyendo.
Via: El detenido por la captación de Patricia Aguilar, un egocéntrico que bebe de Internet
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