“No me gustaría morir. Quisiera contárselo a mis nietos. No es fácil estar aquí, pero luchar por defender a la gente perseguida merece con creces los sacrificios”, confía Simón, uno de los exmilitares españoles que se han unido a las milicias que combaten al Estado Islámico (ISIS) en el norte de Irak. Fue él quien dio la alarma sobre la detención de dos de sus compañeros, Delil y Robin, por parte de los servicios secretos del Kurdistán iraquí, la semana pasada. Por supuesto esos nombres son seudónimos, según Simón, “para evitar represalias del Daesh”, el acrónimo árabe con el que se refiere al ISIS.Seguir leyendo.
Via: “Como cristiano no podía quedarme de brazos cruzados ante el Daesh”
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