Una foto en la prensa delata, tras 20 años, al asesino de Nicky

Era uno de los criminales más buscados por las autoridades holandesas en las últimas dos décadas. Estaba en busca y captura como único sospechoso de agredir sexualmente y asesinar en 1998 a Nicky Verstappen, un niño de diez años, también holandés, en un campamento de verano en el que el presunto homicida trabajaba como monitor. Una foto suya publicada en la prensa dio la pista definitiva de su paradero y la Policía Nacional lo cazó este fin de semana en un monte cercano a la localidad barcelonesa de Castellterçol. Lo sorprendió cuando salía a cortar leña. Ya está entre rejas. Tiene 55, es holandés y un experto en supervivencia en solitario. Una reciente investigación de ADN lo identificó como el presunto asesino del menor. Los investigadores creen que recorría Europa buscando casas solitarias en las que trabajar a cambio de comida para escabullirse. La cooperación policial internacional permitió descubrir que Jos B. llevaba meses viviendo en una casa solitaria en Castellterçol, donde finalmente lo han detenido agentes de los Grupos Operativos Especiales (GOES) de la Policía Nacional. Los hechos se remontan a 1998. El menor desapareció de su tienda de campaña cuando dormía durante un campamento de verano en la provincia holandesa de Limburgo, donde el sospechoso trabajaba como monitor. No tardaron en encontrar el cadáver. El cuerpo fue localizado al día siguiente. Para dar con el asesino, la Policía holandesa puso en marcha una investigación de ADN a gran escala en la región de Limburgo. Según el diario De Telegraaf, aunque el sospechoso, Jos B., no acudió a la toma de muestras, pudo ser identificado a través del ADN de un familiar cercano. La Policía alemana creía que Jos B. podía estar en la Península Ibérica, porque el sospechoso había buscado en internet «pueblos españoles» a los que trasladarse desde su último lugar de residencia conocido, la localidad francesa de Sante Marie aux Mines. Pero «el área de búsqueda era muy amplia», según explicó ayer en rueda de prensa la jefa de la Policía de Limburgo, Ingrid Schäfer-Poels. Sin embargo, poco después llegó una pista definitiva. Un lector holandés, que se ha mantenido en el anonimato, identificó al sospechoso en una foto publicada en los medios de comunicación. Salía sentado en una tienda de campaña en el bosque, cerca de una casa que es una especie de comuna. El círculo estaba cerrado. Experimentado montañero Jos B. es un experimentado montañero que ha dedicado su vida al escultismo y a las actividades en la naturaleza, y que ha viajado a países como Nepal, India, Pakistán e incluso ha escalado el Everest. Las autoridades holandesas lo describen como una persona capaz de sobrevivir en solitario en el bosque, usando refugios, cabañas de montaña e incluso cuevas. Tras ser detenido, Jos B. compareció ayer ante la juez de la Audiencia Nacional, Carmen Lamela. Lo hizo a través de videoconferencia desde un juzgado de Granollers (Barcelona). El presunto infanticida aceptó ser entregado a las autoridades holandesas, lo que agilizará los plazos de la extradición. Mientras se tramita su entrega, la magistrada, en funciones de guardia, ordenó su prisión provisional, comunicada y sin fianza, fundamentada en el riesgo de fuga y en la falta de suficiente arraigo en España.
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