La centenaria navarra, campesina durante muchos años, ilustra el consenso científico sobre el medicamento perfecto para mantener la calidad de vida hasta la muerte: el ejercicio. Lo que tiene de especial es que ella hizo las primeras sentadillas de su vida, con el oxígeno puesto, levantándose y sentándose de una silla, en el Complejo Hospitalario de Navarra, en Pamplona. La mujer ha participado en un estudio publicado en JAMA Internal Medicine en noviembre. Enfermos hospitalizados por infecciones o cuadros agudos similares, como ella, todos muy mayores (con una media de 87 años) hicieron ejercicios de fuerza y equilibrio durante cinco días. No solo no perdieron funcionalidad, sino que ganaron en fortaleza y en capacidad mental.Seguir leyendo.
Via: Los beneficios del ejercicio a los 90 (y en el hospital)

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