Una cacerolada algo desafinada en Sol abre los actos del 8-M

Empezaba a lloviznear con suavidad en Madrid cuando una decena de jóvenes mujeres se aproximaron desde la Plaza de Ópera a la céntrica Puerta del Sol, al filo de la media noche. Pertrechadas con pitos y cacerolas, ataviadas con pañuelos morados, venían cantando (y reclamando) que «la noche, la calle, también serán nuestras». Ante sorpresa de algunos vecinos y extranjeros que lo ignoraron, tomaron esa calle. Concretamente, la Puerta del Sol. En el kilómetro cero partía el primer encuentro de una obra a tres actos, con una cacerolada que reunió a centenares de personas en Madrid, y que este 8 de marzo continuará con una manifestación estudiantil a las 12.00 horas y la marcha central a las 19.00 horas, desde la Puerta de Atocha. [Así te lo contamos en directo en ABC.es] La noche se presentó más gélida de lo que a priori parecía y quizás eso mermó los ánimos de algunas. La Comisión del 8 de marzo había llamado a enarbolar sus cacerolas y enseres en varios barrios de la ciudad, como Aluche y Villaverde, así como en otros pueblos próximos a la capital, como Leganés o Rivas Vaciamadrid. En ninguno de esos puntos se unieron más que un puñado de voces, pero, enardecidas, gritaron alto eslóganes como «Sola, borracha, quiero llegar a casa» y el ya conocido «Madrid será la tumba del machismo». En la Puerta del Sol, la cacerolada principal, unas 500 personas aguantaron el fervor feminista hasta las 1.30 horas. La mayoría jóvenes, estudiantes de izquierda también por lo general, que han dado el pistoletazo de salida a este 8 de marzo de 2019. El ruido de las cacerolas fue importante. Iluminadas con la luz de varias antorchas, las manifestantes realizaron diversas y simbólicas paradas por el centro de la capital, en las que representaron muestras de lo que han llamado «autodefensa» y proyectaron obras de artistas mujeres. Vítores, aplausos, abrazos entre mujeres jóvenes dibujaron la estampa de un soniquete que repiten en cada manifestación proigualdad. «Huelga, huelga, huelga feminista» y «aquí estamos las feministas» son algunos de los cánticos que las feministas entonaron, hasta que botaron al ritmo de «quien no sea machista». El 8 de marzo comenzó algo descafeinado. La manifestación convocada para esta tarde será la gran prueba de fuego de esta segunda huelga feminista convocada en España.
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