Las graves irregularidades en el currículum académico del presidente del Gobierno no terminaron en la obtención de su título de doctor con una tesis deficiente y un tribunal sin capacitación. Solo cuatro meses después de leer su tesis sobre diplomacia económica, Pedro Sánchez ya había entrado en la rueda de la Universidad Camilo José Cela para fabricar nuevos doctores por la vía rápida, como hicieron con él, y que no les cerraran la facultad. Sánchez se doctoró el 26 de noviembre de 2012, y el 6 de abril de 2013, cuatro meses y diez días después, estaba sentado en un tribunal de tesis, un hecho que la comunidad académica califica como «insólito» y muy alejado de la normativa legal, pero que era habitual en la Universidad Camilo José Cela. Pedro Sánchez fue secretario del tribunal que calificó la tesis doctoral «El impacto social del terrorismo en el sector turístico», firmada por Begoña Torrente Barredo (el tribunal se compone de presidente, secretario y tres vocales, y todos ellos califican la tesis). El entonces diputado socialista en el Congreso no solo carecía de la experiencia académica necesaria para formar parte de un tribunal evaluador de tesis, sino que tampoco había escrito una sola línea sobre el tema que juzgaba, el impacto del terrorismo. Su currículum académico se componía de su tesis, «Innovaciones de la diplomacia económica española», y dos artículos que eran un corta y pega de esa misma tesis. El mismo 2013 publicó un tercer artículo científico, también copiado y pegado de su tesis, y sin cita alguna, como en los casos precedentes. Real Decreto Fuentes oficiales de la UCJC aseguran a ABC que sus tribunales de doctorado cumplen «los requisitos establecidos en la ley». El Real Decreto que regula estos estudios establece que todos los miembros de un tribunal de tesis no solo tienen que ser doctores, sino también «contar con experiencia investigadora acreditada». Todos los profesores y catedráticos consultados por ABC sostienen sin ambages que la Comisión de Doctorado de la UCJC no debió permitir la presencia de Sánchez en ese tribunal. Antonio Bascones, presidente de la Real Academia de Doctores, asevera que no conoce «ningún precedente de un señor que lea su tesis en noviembre y en abril ese mismo señor esté en un tribunal, yo eso no lo he visto». Bascones, catedrático de Medicina y con dos doctorados en su haber, añade que «los miembros de un tribunal deben tener una consideración académica importante, en el caso de la Complutense, por ejemplo, al menos un sexenio, seis años de investigación posteriores a la tesis, claro está». El presidente de la Real Academia de Doctores intuye qué puede haber detrás de esta mala praxis de la Universidad Camilo José Cela: «La ley obliga a las universidades a tener un porcentaje de profesores doctores para no cerrar la universidad. Entonces se sirven de cualquier artimaña para tener doctores de la forma más rápida posible. Ese es el tema, que hacen doctores a costa de lo que sea». Juan Antonio Maroto, catedrático de Economía Financiera y Contabilidad de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad Complutense, también es contundente: «No tiene sentido ser miembro de un tribunal de tesis cuando hace solo unos meses que has conseguido el título de doctor, nunca he estado en un tribunal así». El profesor Maroto sostiene que en estos casos «no se han aplicado los requisitos objetivos, que los miembros del tribunal tengan trabajos de investigación vistos por terceros, los sexenios, las tesis doctorales que hayas dirigido… Hicieron la vista gorda y, como nadie se oponía, cuela». Además, Maroto incide en que «cuando diriges una tesis procuras dar el máximo relieve posible al tribunal, que hayan escrito artículos sobre esa materia, porque con eso se lo doy al trabajo que se está juzgando». Javier Morillas, catedrático de Economía Aplicada de la Universidad CEU San Pablo, tampoco da crédito a lo sucedido: «No, nunca me he encontrado algo así. Lo normal es que llames a personas que tienen relación con el tema de la tesis y que no sean recién doctorados. De hecho, tienes que dar una lista de diez posibles miembros de los que la facultad selecciones a los cinco mejores, sin que el director de la tesis ni el doctorando puedan intervenir. Los elegidos tienen que ser especialistas en el tema. Si no, ¿cómo van a juzgar la tesis?». El caso de Sánchez no fue el único en ese tribunal de tesis. La vocal Erika López Quesada se había doctorado el 15 de febrero de 2013, por lo que no llegaba ni a los dos meses de experiencia como doctora. Una enfermera Otra de las vocales que calificó la tesis sobre el impacto del terrorismo en el sector turístico junto a Pedro Sánchez fue la profesora de la Universidad de Castilla-La Mancha Rosa María Conty, que es enfermera, nada que ver con la materia de la tesis evaluada. El director y el codirector de la tesis eran los profesores de la Camilo José Cela Francisco Javier Aragón y Miguel Ángel Poveda.Como desveló el ABC, el tribunal que había juzgado cuatro meses antes la tesis de Sánchez, también se formó con recién doctorados sin conocimiento en la materia examinada. En esa fecha, la UCJC podía perder sus títulos porque no cumplía con el mínimo de profesores doctores que exige la ley.
Via: Sánchez juzgó una tesis doctoral solo cuatro meses después de leer la suya
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