La rivalidad entre Inglaterra y España se suele simplificar a una sucesión de fracasos por parte de las fuerzas hispanas. De la mal llamada Armada Invencible (en verdad, bautizada como Grande y Felicísima Armada) a la derrota en Trafalgar, pasando por la pérdida de Gibraltar y Menorca… El relato que brilla en el imaginario popular de los europeos, incluidos los españoles, transmite la sensación de que la potencia católica se pasó siglos dándose cabezazos contra un gigante. Si bien también hubo muchos tropiezos, la verdadera historia de la rivalidad entre estos dos imperios atlánticos muestra que se mantuvieron el pulso y, hasta el siglo XIX, se alternaron las glorias y las penas en los dos bandos. La España de los Austrias evidenció tanto en la guerra anglo-española (1585-1604), donde el tratado que puso fin al conflicto se inclinaba a los intereses hispánicos, como en la guerra entre con la Inglaterra de Carlos Estuardo de 1625, que la Armada y el Ejército de esta Monarquía estaban aún muy por encima de las armas británicas. El siglo XVIII, sin embargo, demostró que Gran Bretaña había aprendido de sus errores y aspiraba, por convicción y capacidad, a dominar los mares y el comercio global. Una superioridad teórica sobre el Imperio español que, con todo, se puso en cuestión en varios choques militares donde los españoles se impusieron contra todo pronóstico. ¿Cuánta gente hoy sabe que Inglaterra fracasó seis veces, al menos, al intentar someter territorios de España y de sus posesiones de ultramar? Veracruz (Nueva España) en 1568 Las expediciones piratas de Inglaterra, auspiciadas y promovidas por la Corona, en las posesiones españolas en América fueron frecuentes en el siglo XVI, tanto en tiempos de guerra como de supuesta paz entre ambos países. Los saqueos a Santo Domingo o Cartagena de Indias por parte de Francis Drake y de su mentor, John Hawkins, son archiconocidos, pero no así su faceta como esclavistas y asesinos de poblaciones indefensas, como tampoco lo son sus fracasos en estas mismas lindes. Los saqueos a Santo Domingo o Cartagena de Indias por parte de Francis Drake y su mentor John Hawkins son archiconocidos, pero no tanto como sus facetas como esclavistas y asesinos de poblaciones indefensas Entre 1567 y 1568, Drake y Hawkins saquearon, al frente de seis buques, pequeños puertos y buques mercantes del Caribe, violando sistemáticamente la situación de paz entre Felipe II e Isabel I de Inglaterra. La aventura terminó tras cerca de un año de pillajes a lo largo de las costas americanas. La flotilla pirata decidió tomar el puerto y fuerte de San Juan de Ulúa en México para acometer pequeñas reparaciones en sus embarcaciones y adquirir víveres de cara a su vuelta a Inglaterra. Haciéndose pasar por barcos de la Armada española, forzaron al virrey Martín Enríquez de Almansa a entregarles suministros. Para su desgracia, a los pocos días arribó en Veracruz la auténtica Armada. Cuatro buques piratas fueron hundidos, 500 tripulantes abatidos y las ganancias del contrabando de esclavos capturadas casi en su totalidad. Drake y su primo pudieron escapar de milagro. La Contraarmada de Drake y Norris en 1589 Tras el fracasado intento de invadir Inglaterra por parte de Felipe II, la Reina Isabel consideró que, dado la pérdida de barcos en la operación debido a las tormentas y las afiladas costas irlandesas, la península española habría quedado indefensa. Por esta razón, en 1589 ordenó al pirata Drake lanzar un contraataque contra España, la conocida como «Contraarmada». Sin embargo, a falta de la experiencia española para la organización de una operación de grandes dimensiones, que tampoco había servido de nada a éstos, la aventura de la escuadra inglesa acabó en un irremediable desastre. Según el historiador británico M. S. Hume, la campaña costó la muerte o la deserción del 75% de los más de 18.000 hombres que formaron originalmente la flota. La flota formada por más de 150 buques ingleses y holandeses fracasó tanto en su intento por conquistar La Coruña, donde se hizo célebre la irreductible María Pita, como en una invasión a Lisboa, cuya población se levantarían en masa contra la opresión española, según los cálculos fallidos de los hombre de la Reina. El 16 de junio de 1589, siendo ya insostenible la situación, Drake ordenó la retirada, que fue seguida de una asfixiante persecución a cargo de las fuerzas hispano-lusas. El resto de la campaña, que trasladó la acción a las islas Azores, tan solo sirvió para alargar la agonía de la expedición y tirar al traste el prestigio de Drake. Fracaso en la segunda expedición de Drake Sir Francis Drake quedó condenado al ostracismo tras el fracaso de 1589, negándosele el mando de cualquier expedición naval durante los siguientes seis años. Su oportunidad de resarcirse llegó cuando la Reina inglesa, cansada de no haber cosechado nada más que derrotas desde 1588, volvió a depositar su confianza en él hacia 1595. El objetivo era de nuevo el Caribe. La expedición no pudo empezar de peor forma. En contra de la opinión de Hawkins, comandante principal de la flota, Drake ordenó atacar las Canarias y abastecerse allí antes de dirigirse al Caribe. Calculaba el pirata inglés tomar Las Palmas –defendida por apenas 1.000 hombres, la mayoría civiles– en cuestión de cuatro horas, pero los defensores rechazaron sin dificultad el primer desembarco. Con 40 muertos y numerosos heridos, la escuadra inglesa estimó inútil gastar más soldados en algo que iba a ser supuestamente sencillo pero no lo fue. Una vez frente a Puerto Rico, los defensores les recibieron con una hilera de cinco fragatas –de reciente construcción y adaptadas al escenario atlántico– apuntando sus cañones hacia los forasteros. La flota invasora tuvo que retirarse momentáneamente cuando los cañones españoles penetraron en la mismísima cámara de Drake, justo cuando éste brindaba con sus oficiales. El jefe de la flota salió ileso, pero dos oficiales fallecieron y otros tantos quedaron gravemente heridos. Además, la salud de John Hawkins se consumió por completo poco antes de estos primeros combates, dejando a Drake…
Via: Las siete «Invencibles» inglesas que fracasaron al intentar invadir España y que nadie recuerda
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