El Gobierno de Pedro Sánchez planea que hasta 2022 las pensiones crezcan según el IPC. Pero desde 2023 a 2050 promete a la Comisión Europea abandonar la vinculación de las prestaciones a la inflación. Sería mediante el regreso de la revalorización anual del 0,25% cuando la Seguridad Social esté en déficit, retomando el Índice de Revalorización de las Pensiones (IRP). Este indicador, que se aprobó en la reforma de 2013 para contener el gasto en pensiones, prevé que en las épocas de vacas flacas estas suban un 0,25% mientras que en época de bonanza podrían aumentar un máximo del IPC más 0,5 puntos. El Gobierno eliminó en 2018 la revalorización de las pensiones al 0,25% que se venía produciendo desde 2014 para retomar la vinculación al IPC. Sin embargo, no derogó esta reforma, por lo que tarde o temprano esta medida podría volver. Y así lo contempla el Ejecutivo en el Programa de Estabilidad remitido a Bruselas. Según el Gobierno, pese a ligar las pensiones a este 0,25% anual, el gasto en esta rúbrica crecerá en 1,7 puntos hasta 2050 por la jubilación de la generación del «baby boom». La Autoridad Fiscal cree que el incremento del desembolso será menor, de 0,5 puntos hasta 2050 mientras que el Ministerio de Trabajo, en una estimación anunciada por la Airef, piensa que con esta hipótesis el desembolso en prestaciones bajará en 1,3 puntos. La razón de la divergencia son los distintos escenarios demográficos que maneja Economía, Trabajo y la propia Airef. Mientras esta última arroja un saldo migratorio de ganancia anual de población de 270.000 personas, el Ejecutivo la baja a 125.000. Un escenario muy pesimista, señalan fuentes de la Airef, que creen que si el Ejecutivo estima este escenario «debería tomar reformas urgentes». 1.500 millones menos de bonificaciones al empleo Junto a ello, el Gobierno también ha introducido otras medidas para reducir el déficit público. Una de ellas, que no se conocía, era la reducción del 60% de las bonificaciones al empleo, en lo que puede afectar a tarifas planas de autónomos, guiños de contratación a jóvenes y demás. Así lo recoge el informe de la Autoridad Fiscal sobre el Programa de Estabilidad remitido a Bruselas que calcula que, en base a la evaluación de la Airef, el Ejecutivo reducirá en 1.500 millones de euros las bonificaciones al empleo. Los funcionarios perderán poder de compra Junto a ello, el Gobierno no prevé ampliar el acuerdo del Gobierno de Rajoy con los funcionarios para subirles el sueldo un 2% anual de media de 2018 a 2020 y desde 2021 las alzas serán del 1%, por debajo de la inflación. Así lo desvela la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) en su informe sobre el Programa de Estabilidad enviado por el Gobierno a Bruselas la semana pasada. Este es uno de los factores en los que diverge la Autoridad Fiscal con las previsiones del Ejecutivo, señalando que si Economía confía en acabar con el déficit para 2022, la Airef estima que seguirá superando los 6.000 millones de euros, es decir, que estará en el 0,5% del PIB. El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, firmó con los sindicatos de la Administración subidas a los empleados públicos del 1,75% en 2018, del 2,25% en 2019 (con 0,25 adicional ligado al crecimiento del PIB) y hasta del 2,75% en 2020. El Gobierno socialista venía cumpliendo con este pacto hasta la fecha y se ha comprometido a ejecutarlo hasta el final. Sin embargo, para 2021 y 2022 planea subir los salarios públicos un 1% cada año para así reducir el gasto y reducir el déficit. Ello redundaría en que los empleados público ganarían poder adquisitivo en 2019 y 2020 pero lo perderían los dos años siguientes, ya que contempla que la inflación esté por encima de este 1%. Este es un factor clave en las estimaciones de déficit, porque el organismo dirigido por José Luis Escrivá detecta que en 2019 y 2020 los augurios de déficit del Gobierno son factibles -del -2% del PIB y un -1,1% respectivamente- pero no así los dos años siguientes cuando arroja en 2021 un -0,4% y un 0% en 2022-. Precisamente, la Airef no ve probable que el Gobierno vaya a subir solo un 1% el sueldo a los empleados públicos, además de otras rúbricas. De hecho, la Autoridad Fiscal cree que de los 0,5 puntos de desviación del déficit en 2022, tres décimas se deben a que el aumento de ingresos no será tan potente como pronostica el Ejecutivo y las otras dos, a que el gasto será mayor a lo previsto. Por ello, los tributos deberán aumentar en 3.600 millones más de lo que dice Hacienda para poder así cumpir su objetivo, mientras que el gasto dbeerá contenerse en 2.400 millones adicionales. Parte de esta reducción de gasto corresponde a las evaluaciones que hace la Airef de distintos desembolsos. En el gasto farmacéutico se ahorrarán 1.500 millones si se adoptan las recomendaciones del organismo, entre ellas imitar la subasta de la luz en los fármacos como informó ABC, aunque la Airef cree que se podría incrementar más la reducción del desembolso, a 2.500 millones. Impacto reducido del SMI En el terreno laboral, eso sí, la Autoridad Fiscal cree que por el momento la subida del 22% del salario mínimo no ha tenido efecto negativo sobre el mercado laboral. La Airef auguró en su día que el efecto negativo superaría los 40.000 empleos este año pero ahora admiten que sus cálculos no se han producido en el arranque de año. El organismo seguirá vigilando los posibles impactos que pueda tener en el futuro.
Via: El Gobierno promete a Bruselas dejar de ligar las pensiones al IPC dentro de cuatro años
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